Lydia Cacho y el dilema ético de las amenazas

La periodista Lydia Cacho por ejercer su labor y mostrar la verdad terminó sufriendo graves violaciones a sus derechos humanos. La labor periodística de la reportera mexicana se respalda en una extensa normativa y jurisprudencia legal, sin embargo, el caso permite apreciar diversos actos donde la labor periodística se ve amenazada por poderes políticos y económicos, que coaccionan y ponen en riesgo la integridad de Lydia.

Este caso demuestra que “se deben correr los riesgos que sean necesarios para cumplir con los objetivos del periodismo” ya que “unas veces serán riesgos llevaderos (…); otras veces serán riesgos mayores para la vida o el bienestar del periodista, pero siempre el periodismo le exigirá mucho más, que a los que ejercen otras profesiones protegidas contra todo riesgo” (Restrepo, 2016).

Es un hecho que lidiar con los riesgos amerita una protección especial de los medios y los gobiernos, ya que unos y otros deben responder ante la sociedad por el derecho a la información y, por tanto, por quienes producen la información (Restrepo, 2016). En este caso, Lydia no tuvo ese respaldo por parte del gobierno, dilatando un proceso que viene muchos años en búsqueda de justicia. Mientras sigue siendo amenazada por sus victimarios aprovechando una estructura de poder político y económico que gozan para querer censurar el caso.

Uno de los principales puntos gira en torno a la libertad de expresión en la labor del periodista y cómo es necesaria para constituir el derecho a la información de la ciudadanía. El compromiso de Lydia con la verdad y su firmeza frente a los agravios por más de una década “pone a prueba la consistencia profesional del periodista y su nivel ético” ya que “los (periodistas) más ejemplares son los que entienden que informar es su misión y al cumplimiento de esa misión lo entregan todo” (Restrepo, 2016).

Su caso recuerda cómo el poder solapa la violación de los derechos humanos y secuestra la justicia, hechos por los que muchos periodistas pasan y que a veces logran ser censurados, debido a la presión que ejercen personajes con poder.